Bajo el nombre de zambra se conoce en la música andaluza dos géneros distintos:
- El primero perteneciente al ritual de los gitanos de Granada.
- El segundo, a un estilo teatral creado por Manolo Caracol para sus espectáculos, con el que pretendía recrear el ambiente moruno de las cuevas del Sacromonte, explotando así el ambiente exótico que tanto gusto al público español de los años cincuenta.
La versión granadina forma parte de la música ritual de los gitanos del Sacromonte e integra tres bailes principales: «la alboreá«, «la cachucha» y «la mosca«. Cada uno de los cuales simboliza un momento de la boda gitana.
El nombre zambra deriva de la palabra árabe zamra (flauta) o zamara (músicos). Suele aparecer citada en la literatura del XVII y XVIII junto a géneros como zapateado, zarabanda y fandango y como género propio de los moriscos de Granada. Muchos de estos, durante las persecuciones del XVII, se unen a las bandas de gitanos que heredan la tradición de la zambra y la recrean en un espectáculo propiamente gitano. La zambra caracolera, muy popular en los espectáculos de los años 50 y 60 del siglo XX, está inspirada en un tipo de música en el que resalta el exotismo tan demandado en la época, evocando el ambiente gitano de las cuevas del Sacromonte.
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